Paula

En estos días recordando el pasado, me llego la imagen de una niña de unos ocho años, de piel muy blanca, ojos claros, cabello castaño oscuro, se llamaba Paula, no asistía a ninguna escuela, su abuelo que era el señor de la tienda de la cuadra, ubicada al frente del parque del barrio, un barrio estrato tres de la ciudad de Cali (Colombia). No sé qué había pasado con los padres de ella, sus abuelos la cuidaron desde bebé, su abuela la quería como a una hija, no se la dejaba a nadie, se por mi mamá que era muy cercana a la señora que lloro mucho sus últimos días, sabía que esa niña sufriría en manos de él y se negaba a morir, lucho hasta el último aliento. Él se hizo cargo de ella; al principio estaba el tío de la niña, la cuidaba y le ponía mucha atención pero pasados dos años, se fue y quedaron los dos solos, Paula y su abuelo.

Yo era menor que Paula, yo tendría seis años cuando ella tenía ocho u nueve, la veía todo el tiempo en la calle, a veces en una bici solita por ahí jugando en los columpios del parque también recuerdo que ni entraba a comer a su casa, ni nos dejaban ir solos a esa tienda, el señor de esa casa salía en toallas o batas que siempre se le deslizaban y pasaba una serie de cosas raras alrededor de ella, las madres y señoras de la cuadran tenían un fuerte disgusto con esa niña, no nos dejaban jugar con ella, no podíamos hablarle y si hablábamos con ella y nos veían, iban a poner la queja a los padres de uno. Yo casi no podía jugar cuando era niña, sufría de dolores entonces iba al parque y me quedaba sentada y creo que era con quien más hablaba ella, a veces esperaba en el antejardín de mi casa a que yo saliera para tener con quien hablar y jugar un poquito, porque desde pequeña ha sido un problema callarme y que yo haga caso, en mi casa no les gustaba tampoco que fuéramos cercanas así que la mandaban a ella para su casa y me entraban, pero no me daban ninguna razón, entonces yo no hacía caso y veía y escuchaba muchas cosas que al ser una niña para mí no estaban claras y que entendí luego con los años.

Paula era abusada sexualmente por su abuelo a la vista de todos, porque todos lo sabían y lo habían visto hacerle cosas a esa niña desde que tenía seis años, a los ocho años ya para todas las mujeres mayores y viejas de la cuadra y el barrio aparentemente ella era una caliente y provocadora, porque lejos de ayudar a una niña en problemas y que no tenía a nadie más la aislaban, la dejaban sola pasar los días, no imagino la frustración y el desespero de ella a esa edad y encima la trataban como si tuviera una enfermedad contagiosa, lepra, como me dijo ella cuando nos reencontramos años después, ella tenía dieciséis ya y estaba viviendo prácticamente en la calle desde los trece, porque no aguanto más ese sufrimiento.

Él es un maldito por violador, pero todos los demás son cómplices y tienen hielo en las venas, lo veían, lo sabían, era una niña que no pedía que le hicieran eso y nadie hizo nada por ayudarla, durante años, porque tuvieron años para hacer algo por ella y simplemente no les dio la gana.